Región América Latina, Región Unión Europea · 5 junio, 2019

Construcción de nuevos pactos políticos y sociales desde y para la confianza

Artículo de Fernando Fantova, consultor social

A la hora de identificar y articular los grandes tipos de agentes que concurren a los diferentes ámbitos en los que se organiza la actividad económica, la política pública o la vida social, la comunidad sería el espacio de las relaciones primarias; el mercado, el lugar donde se pone precio a los bienes; el Estado, quien puede ejercer el poder coercitivo; y la iniciativa social o tercer sector sería una estación intermodal que emerge entre la comunidad, el Estado y el mercado, fortaleciendo, en principio desde claves solidarias, la capacidad del conjunto de la sociedad, vista como sistema compuesto por subsistemas, para hacerse cargo de la complejidad, a la vez que, paradójicamente, incrementa la propia complejidad social.

En los marcos de referencia hoy día predominantes en el ámbito de las políticas sociales y otras políticas públicas se dan la mano la innovación tecnológica (más orientada al qué) y la innovación social (más orientada al quiénes), al generarse, gracias a la tecnología digital, procesos operativos, de gestión y de gobierno más capaces de articular la coproducción y sinergias entre las diferentes capas de agentes. Por ello, las consideradas como de innovación social suelen ser iniciativas de corte participativo, usualmente vinculadas a innovaciones tecnológicas y comunidades (al menos en parte) virtuales, impulsadas desde el trabajo en red y el encuentro entre diversas tradiciones, saberes, disciplinas y realidades organizacionales y sectoriales, planteadas a menudo como proyectos piloto o empresas emergentes que pudieran luego llevarse a una escala mayor.

Los planteamientos de la innovación social ponen el énfasis en la escucha a las personas usuarias o destinatarias y en general a todo agente (hablándose de innovación abierta, codiseño, coproducción, y cocreación); promueven intencional, activa, colaborativa y reticularmente la creatividad; juegan con la visualización de los sistemas y las soluciones; y trabajan con procesos de prototipado y experimentación rápida.

En la creciente complejidad social, la innovación social en las políticas públicas busca, fundamentalmente, construir transacciones confiables y evitar en lo posible los costes de regulación, gestión, control y sanción que generan los sistemas opacos en los que reina la desconfianza institucionalizada. No nos encontramos en un momento en el que el debate principal sea el del tamaño o envergadura de las políticas sociales o la inversión social (por importante que sea este debate), sino en una situación de replanteamiento sistémico de la red de contratos sociales a escala global y local, contratos sociales para la sostenibilidad de la vida que sólo pueden construirse, ensayarse, reconstruirse y consolidarse en claves de innovación, participación, cohesión y confianza a escala micro y macro, en procesos cuya trazabilidad y relacionalidad basadas en el conocimiento se conviertan en el mejor antídoto para las amenazas de manipulación y autoritarismo que nos acechan.

Fernando Fantova. fantova.net

Pais: Región América Latina, Región Unión Europea
ODS: Trabajo decente y crecimiento económico, Paz, justicia e instituciones sólidas
Área de Políticas: Políticas de igualdad de género, Políticas de Gobernanza Democrática, Políticas Sociales
Tipo: Artículo

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