Región América Latina, Región Unión Europea · Artículo · 15 octubre, 2021

La Declaración de Lisboa sobre la Plataforma europea para combatir el sinhogarismo

La Presidencia portuguesa de la Unión Europa (enero-junio 2021) ha destacado por el esfuerzo de poner los temas sociales en el centro de la agenda de una Europa duramente golpeada a nivel económico y social por la crisis pandémica. Los compromisos tomados en la Cumbre de Porto, que constituyen el Plan de acción para avanzar en la implementación del Pilar Europeo de los Derechos sociales, son solamente algunas de las iniciativas más importantes definidas en el marco de esta presidencia.

En una conferencia en Lisboa, el 21 de junio se ha lanzado la Plataforma europea para combatir el sinhogarismo, a través de una Declaración firmada por altas autoridades de los países miembros de la Unión Europea y de organizaciones activas en el sector como la European Federation of National Organisations Working with the Homeless (FEANTSA). Esta plataforma tiene el objetivo de promover el debate, facilitar el aprendizaje mutuo, aumentar el conocimiento y mejorar los sistemas de monitoreo, así como fortalecer la cooperación entre todos los actores implicados con miras a eliminar este fenómeno dentro del año 2030. La Plataforma busca construir un entendimiento común a nivel europeo sobre la temática, tanto a nivel de instituciones públicas nacionales, como a nivel de actores locales y organizaciones de la sociedad civil, éstos últimos involucrados directamente en la implementación de políticas de atención a las personas que viven en la calle.

La Declaración de Lisboa representa también una respuesta a la Resolución del Parlamento Europeo de noviembre 2020 en la que se instaba a la Unión Europea y a los Países Miembros a definir objetivos y tomar medidas para solucionar el sinhogarismo, fenómeno por el cual, según la resolución, cada noche más de 700.000 personas duermen a la intemperie en Europa, un aumento del 70% en los últimos 10 años; que la crisis de Covid-19 ha puesto a las personas sin hogar en un riesgo adicional, ya que sufren de manera desproporcionada mala salud y carecen de acceso a la higiene y a la atención médica; que  con la recesión económica y la pérdida de puestos de trabajo que se ha vivido, las tasas de personas sin hogar podrían aumentar; que las personas sin hogar suelen ser objeto de delitos de odio y violencia, incluida la estigmatización social; y que el perfil de la población sin hogar de Europa está cambiando, con más y más niños, inmigrantes, minorías, mujeres y familias en las calles.

Todos estos avances, además, están en línea con el principio 19 del Pilar Europeo de los Derechos Sociales, revitalizados durante la Presidencia portuguesa, principio que reza: “deberá proporcionarse a las personas necesitadas acceso a viviendas sociales o ayudas a la vivienda de buena calidad. Las personas vulnerables tienen derecho a una asistencia y una protección adecuadas frente a un desalojo forzoso. Deberán facilitarse a las personas sin hogar un alojamiento y los servicios adecuados con el fin de promover su inclusión social”.

Merece la pena destacar aquí 5 principios fundamentales de la Declaración de Lisboa que dan cuenta de una toma de posición decidida por parte de los y las firmantes también en el sentido de dar respuesta al Parlamento Europeo y de avanzar en la implementación del principio 19 del Pilar:  (i) que nadie duerma a la intemperie por falta de un alojamiento de emergencia accesible, seguro y apropiado; (ii) que nadie viva en un alojamiento de emergencia o de transición más tiempo del necesario para pasar con éxito a una solución de vivienda permanente; (iii) que nadie sea dado de alta de ninguna institución (por ejemplo, prisión, hospital, centro de atención) sin una oferta de vivienda adecuada; (iv) que los desalojos deben evitarse siempre que sea posible y nadie sea desalojado, cuando sea necesario, sin asistencia para una solución de vivienda adecuada; (v) que nadie sea discriminado por su condición de indigente.

El Fondo Social Europeo (FSE +), con sus 99 mil millones de euros para 2021-2027, será el principal instrumento de financiación de la UE para invertir en este ámbito, puesto que todos los Países miembros de la UE destinarán al menos el 25% de sus recursos del FSE + en la inclusión social y al menos el 3% para abordar las privaciones materiales. Además, se podrá movilizar financiación para proyectos de vivienda social y asequible en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, InvestEU (a través de su «Ventanilla de inversión social y competencias»), así como en el marco de los Planes nacionales de recuperación y resiliencia financiados a través del Programa Next Generation EU.

Aunque no se defina en términos explícitos en la Declaración, el principio (ii) arriba mencionado – que nadie viva en un alojamiento de emergencia o de transición más tiempo del necesario para pasar con éxito a una solución de vivienda permanente – incorpora algunos elementos de la modalidad actualmente considerada más innovativa a nivel mundial para solucionar el problema del sinhogarismo: el Housing First o Vivienda Primero.

Desarrollado por el Dr. Sam Tsemberis en Nueva York en la década de 1990, este modelo ha demostrado ser exitoso en los intentos de resolver la condición de sinhogarismo en muchos países del mundo. Según este modelo, las personas que viven en la calle reciben, por los servicios públicos, la posibilidad de acceder a un apartamento independiente, recibiendo a la vez el soporte psico-socio-asistencial para la superación de su condición. El acceso a la vivienda se convierte, entonces, como el núcleo central de una intervención alrededor de la cual se construyen las medidas para que la persona acostumbrada a vivir a la intemperie, muchas veces afectada por trastornos mentales y adicciones, pueda mejorar su estado y volver a integrarse en la comunidad.

Según estudios efectuados [1], este modelo resulta más exitoso y sus efectos más duraderos en comparación con la metodología utilizada tradicionalmente para tratar los casos de sinhogarismo: el llamado modelo a escalera, por el cual la persona que vive en la calle es atendida principalmente a través del acceso a refugios o dormitorios o viviendas compartidas, considerando el alojamiento independiente solamente como objetivo final del proceso, una vez que esa persona se haya recuperado completamente. En realidad, las evidencias demuestran que este modelo resulta ser exitoso solamente en contados casos, mientras que la mayoría de ellos se caracteriza por procesos largos y con serios riesgos de recaída en la calle.

Además de diferenciarse por la metodología de intervención, el modelo Housing First parte de premisas diferentes con respecto al modelo a escalera, pues considera la vivienda como un derecho humano y el sinhogarismo como una condición determinada por muchas causas, entre las cuales no es menor la falta de vivienda. El acompañamiento de los servicios a la persona sin hogar en este modelo está destinado desde el inicio a la reintegración en la comunidad de la persona, más que en el tratamiento de las personas.  Son muchos los proyectos de Housing First que se están difundiendo en todo el mundo también a partir del entendimiento de que esta intervención resulta, en el largo plazo, más eficiente en términos económicos.

El Programa EUROsociAL desde 2014 ha estado apoyando diferentes países de América Latina en este sector, sosteniendo el fortalecimiento – o en algunos casos el diseño – de las políticas de atención a las personas que viven en la calle y la creación de una red entre instituciones públicas de la región sobre esta temática – la Red Calle, posteriormente destinataria también de un proyecto de la Facility UE Adelante. Actualmente EUROsociAL+ apoya los gobiernos de Chile, Brasil y Uruguay en la introducción de la modalidad Housing First.

[1] Para mayores informaciones sobre Housing First se recomienda la página web https://housingfirsteurope.eu/guide/ donde es posible acceder a información completa sobre el modelo, guías de implementación, estudios, análisis y evaluaciones.

Artículo elaborado por Andrea Mónaco, técnico senior del Área de Políticas Sociales de EUROsociAL+, coordinada por la Organización Internacional Ítalo-Latinoamericana, IILA.

Pais: Región América Latina, Región Unión Europea
ODS: Fin de la pobreza, Educación de calidad, Reducción de las desigualdades
Área de Políticas: Políticas Sociales
Tipo: Artículo

Compartir