En 1919, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó los primeros convenios sobre las mujeres y el mundo del trabajo. Más de un siglo después, y pese a los grandes avances de las mujeres en el mercado laboral, persisten las brechas de género y los obstáculos estructurales que limitan su autonomía económica. Dichas brechas de género se producen en el acceso, la permanencia, la calidad, la participación en la toma de decisiones, en las condiciones de contratación y retribución salarial, sumadas a la violencia laboral por motivos de género y una inequitativa distribución de las tareas de cuidados. Estas causas permiten explicar la reproducción de la desigualdad estructural y la necesidad de una igualdad efectiva en el ámbito laboral.
Foto: Héctor Ramón Pérez
En este contexto de desigualdad laboral, Argentina se ha posicionado de forma contundente, a través de sus leyes y políticas públicas, a favor de la igualdad de oportunidades y la promoción de ámbitos laborales libres de discriminación, como uno de los principales objetivos que guíen el accionar cotidiano para la construcción de una sociedad inclusiva donde el trabajo cumple un rol central en el proceso de socialización e inclusión. Si bien no existe una normativa que obligue al sector empresarial a desarrollar políticas de igualdad de género en sus organizaciones, la Subsecretaría de Políticas de Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina ha creado el Programa Nacional Igualar que implica el reconocimiento de la necesidad de avanzar de manera urgente en reducir la desigualdad de género en el mundo del trabajo, el empleo y la producción.
Pese a la crisis sanitaria y financiera producida por la pandemia, Argentina ha conseguido impulsar su agenda de políticas públicas para una igualdad de género efectiva desde una mirada interseccional y pionera, que plantea la definición de un sello inclusivo y su correspondiente proceso de certificación que promueva la igualdad de oportunidades en el seno de las organizaciones empresariales del país y que involucre y sensibilice al tejido empresarial, especialmente a las grandes y medianas empresas.
EUROsociAL+ como nodo de intercambio institucional, académico y empresarial para la realización de propuestas de valor
En este marco, Argentina demandó cooperación a EUROsociAL + para la elaboración de propuestas de sello de igualdad y herramientas de certificación, incluyendo en el diseño e implementación de dicha propuesta un plan de inclusión laboral para la población LGBTI+, específicamente a partir del análisis comparado de buenas prácticas implantadas previamente en la región de Latinoamérica y Europa, y el intercambio de experiencias y reflexiones desde el ámbito institucional, académico, empresarial y sociedad civil. A partir de esta demanda, el país junto con el Área de igualdad de género de EUROsociAL+, acordaron acciones de cooperación centradas en asistencias técnicas especializadas de estas regiones, la realización de talleres y seminarios y el intercambio de experiencias y aprendizajes.
La contribución de la asistencia técnica para Argentina, enmarcada en el propósito de brindar apoyo para la creación de la herramienta de certificación se propone avanzar hacia la igualdad de género y prevención de violencia en el mundo laboral estableciendo contenidos específicos y líneas de base que exijan pautas mínimas de igualdad e inclusión laboral para la población LGBTI+.
Las experiencias de referencia seleccionadas son: La Norma de Igualdad Laboral y No Discriminación (México) y el Distintivo Igualdad en la Empresa (España) por ser iniciativas públicas y estar dirigidas a todos los centros de trabajo públicos, privados y sociales de cualquier tamaño, sector o actividad. Además de que ambos sellos han logrado un crecimiento importante de empresas que se han adherido a las convocatorias lanzadas por los Ministerios de Igualdad. A su vez, estas iniciativas han impulsado redes de empresas que funcionan como espacios de intercambio de buenas prácticas en materia de igualdad en el ámbito laboral.
Ambas prácticas coinciden en que son voluntarias y los sellos son otorgados a entidades que se destacan en el desarrollo e implementación de políticas de igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral. Se centran en considerar la implementación de planes y medidas de igualdad en áreas como: acceso al empleo, condiciones de trabajo, medidas de conciliación y corresponsabilidad, política de igualdad salarial, comunicación inclusiva y la responsabilidad social empresarial. Es importante mencionar que ninguna de las dos prácticas considera la inclusión específicamente de la población LGBTI+ lo que hace que la experiencia de Argentina sea innovadora a nivel global.
Destaca que para la experiencia de México (Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en igualdad laboral y no discriminación), existen organismos de certificación acreditados por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) para certificar a las empresas que cumplan con los requisitos de la Norma. Se realiza una auditoría al centro de trabajo para la evaluación de la conformidad y en caso de cumplir con los requisitos se otorga dicho certificado.
El valor del intercambio de conocimientos y experiencias es la base para el avance en materia de igualdad de género y la construcción de políticas públicas de igualdad efectivas
El proceso de aprendizaje supuso el intercambio de conocimientos y experiencias regionales, tanto de América Latina como de Europa, junto con la evaluación de cada una de ellas por parte de Argentina a nivel estratégico, considerando criterios de adecuación a la situación actual del país, de factibilidad por parte de las instituciones y el tejido empresarial y su disponibilidad de recursos y capacidades, así como de aceptabilidad de las propuestas planteadas en base a su nivel de madurez en materia de igualdad de género.
La aplicación de estos criterios fue guiando la identificación y selección de buenas prácticas de forma que ofrecieran el mayor valor añadido al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y su propósito de sello de igualdad y proceso de certificación. De esta forma, Argentina cuenta con una visión adaptada a su realidad y con un entendimiento de los posibles obstáculos y sus implicaciones en el proceso y sus principales actores, así como de los aceleradores que facilitan la captación de empresas y participación exitosa en el proceso de certificación de sello de igualdad.
Los principales aprendizajes del trabajo de sistematización se agruparon en aquellos relacionados con los sellos de igualdad – la definición del propio sello de igualdad, su propósito, ámbito de aplicación, estrategia de captación y difusión – y aquellos centrados en el proceso de certificación en sí, en lo que concierne al marco jurídico, los requerimientos, los plazos estipulados, los agentes intervinientes, la monitorización y seguimiento, entre otros aspectos fundamentales a considerar a la hora de elaborar propuestas de mejora.
En este sentido, se concluían las siguientes lecciones aprendidas:
En relación a los sellos de igualdad, se estableció la necesidad de definir un sello que abarque la organización en su conjunto y no delimitarlo a una selección de procesos de recursos humanos en las organizaciones asegurando una visión transversal y coherente, la inclusión de una mirada interseccional que garantice la igualdad de oportunidades de todas las personas más allá de los privilegios socialmente otorgados, la necesidad de evaluar el impacto del sello en la igualdad efectiva en las organizaciones certificadas de forma que genere impacto real, garantizar la captación y participación exitosa de empresas en los procesos de certificación de forma que suponga un estímulo para otras empresas de su sector o tamaño, fomentar la participación de las empresas a través de incentivos institucionales y reconocer los esfuerzos realizados de forma que sean continuados y prósperos, promover los encuentros y los intercambios de experiencias entre empresas de idiosincrasia similar que favorezca la implantación efectiva de iniciativas, ofrecer el grado máximo de acceso al proceso de forma gratuita a través de subvenciones públicas y de forma voluntaria.
En relación al propio proceso de certificación, se concluyó la necesidad eliminar trabas administrativas, disponer de profesionales con los conocimientos adquiridos y experiencia necesaria para la certificación de los sellos de igualdad y diseñar medidas para evitar el intrusismo profesional, la necesidad de instaurar un proceso participativo de certificación que integrara a la dirección de la organización, a trabajadores y trabajadoras, a las organizaciones sindicales y agentes independientes, trabajar por asegurar el rigor y prestigio del sello de certificación, nivelar los conocimientos de las partes implicadas en el proceso de certificación de forma que exista un entendimiento compartido en relación al proceso y su fin, así como facilitar el proceso de certificación e implantación de medidas sugeridas.
La acción propuesta ha sido formulada y desarrollada bajo un enfoque de género e inclusión de la población LGBTI+. Al incorporar la perspectiva de género en el sistema de gestión organizacional, las empresas incorporan medidas integrales para cambiar su estructura y cultura, creando condiciones más justas y decentes para los trabajadores. De este modo, las empresas se comprometen a detectar y eliminar brechas salariales de género, aumentar la participación de las mujeres y población LGBTI+ en puestos de liderazgo y de toma de decisiones.
Finalmente, es necesario destacar la voluntad del gobierno argentino para llevar a cabo un sello pionero que aporte la mirada interseccional de la que carecen las experiencias internacionales analizadas, que se imponga como referente en materia de igualdad de oportunidades e inclusión laboral para la población LGBTI+. Allí radica uno de los principales retos y que gracias al enfoque multidisciplinar de partida proporcionará la orientación en lo que a las medidas se refiere a fin de aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo del trabajo en continua evolución.
Artículo de Laura Martínez-Álvaro[1] y Carmen Márquez Calderón[2]
[1] Laura Martínez-Álvaro, PhD en Estudios Feministas y de Género por el Instituto Universitario de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid y Universidad de Surrey. Consultora experta del Programa de la Unión Europea EUROsociAL+.
[2] Carmen Márquez Calderón, Maestra en Responsabilidad Social por la Universidad Anáhuac de México, consultora para empresas en temas de igualdad y responsabilidad social. Especialista en igualdad de género del Programa de la Unión Europea EUROsociAL+.