La Defensa Pública del Poder Judicial de Costa Rica ha puesto en marcha el proyecto “Abordaje integral de la violencia contra las mujeres: construcción de nuevas masculinidades en hombres sometidos a un proceso penal por violencia contra las mujeres” en colaboración con el programa EUROsociAL+ de la Unión Europea y con la asistencia técnica de las personas autoras de este artículo, en el que se resume el marco legal, institucional y conceptual del proyecto y se describe el programa Contexto – Costa Rica que se está desarrollando como su producto principal.
Imagen de la campaña “Elijo querer” del Programa Contexto destacando que el uso de la violencia siempre es una elección.
El proyecto tiene como objetivos principales la creación de un programa de abordaje integral de la violencia contra las mujeres en hombres sometidos a un proceso penal y la articulación de una red interinstitucional de alianzas para el funcionamiento coordinado de este programa.
Marco institucional y legal
Los programas de intervención para hombres que ejercen violencia de género contra sus parejas o exparejas son una importante medida para combatir la violencia contra las mujeres y mejorar la seguridad y el bienestar de las mujeres y de las hijas e hijos que la sufren, complementando los servicios para las víctimas / supervivientes.
La Plataforma de Acción de la cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres de la ONU en Beijing (1995) instó, en su recomendación 125.i., a gobiernos, administraciones públicas y organizaciones comunitarias a “ofrecer, financiar y fomentar programas de terapia y rehabilitación para perpetradores de violencia y a promover investigaciones para mejorar estas terapias y rehabilitaciones para así prevenir la reincidencia de esta violencia”.
En esta misma línea, el Convenio de Estambul (2011), que desde el 1 de agosto de 2014 se ha convertido en el nuevo marco legal Europeo, dedica su “Artículo 16 – Programas preventivos de intervención y tratamiento” a los programas para hombres que ejercen violencia de género. Hay que destacar que el convenio no sólo insta a los estados a crear y apoyar programas para quienes ejerzan violencia de género, sino que especifica que la seguridad y los derechos de las víctimas sean una prioridad en los programas y que se desarrollen en coordinación con los servicios para las víctimas.
Para América Latina, el correspondiente marco legal, la Convención de Belém do Pará (1994, entrada en vigor 1995), no hace mención específica a los programas para hombres que ejercen violencia contra la mujer, pero en su Artículo 8 “los Estados Partes convienen en adoptar, en forma progresiva, medidas específicas, inclusive programas para … b. modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, … para contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados para el hombre y la mujer que legitimizan o exacerban la violencia contra la mujer”.
En Costa Rica, la ley Nº 8589 de Penalización de la Violencia contra las Mujeres (25/4/2007), prevé en sus artículos 10, 11 y 16 la intervención con hombres condenados por delitos de violencia contra la mujer como pena alternativa: “La pena de cumplimiento de instrucciones consistirá en el sometimiento a un plan de conducta en libertad, el cual será establecido por el juez que dicta la sentencia o por el juez de ejecución de la pena y podrá contener las siguientes instrucciones: … b) Someter a la persona a un programa especializado para ofensores, orientado al control de conductas violentas y a tratamientos completos, psicológico y psiquiátrico. … El Instituto Nacional de las Mujeres y el Ministerio de Justicia enviarán cada año, a la Corte Suprema de Justicia, la lista de instituciones acreditadas, públicas y privadas, a las cuales la autoridad judicial competente podrá remitir para el cumplimiento de esta pena.” (Artículo 16).
Para cumplir con el mandato legal de acreditar los programas de atención para ofensores el INAMU creó un Sistema de Acreditación[1], donde se establecen los lineamientos que se deben cumplir y aplicar por parte de las organizaciones a todos los programas de atención para ofensores, así como a las actividades de evaluación que se lleven a cabo para demostrar el acatamiento de los requisitos.
Los mencionados Criterios para la acreditación de los programas de atención para ofensores (INAMU, 2011) coinciden, a grandes rasgos, con la mayoría de los estándares de calidad a nivel internacional para los programas de atención a hombres agresores de violencia de género que se resumen en el siguiente apartado.
Estándares de calidad para los programas de atención a hombres que han ejercido violencia de género
Diferentes organismos y entidades han publicado estándares de calidad para la intervención con hombres que ejercen violencia de género, sobre todo a nivel internacional y principalmente por parte de asociaciones y federaciones de estos programas, tales como, por ejemplo, “The Respect Standard” (Respect, 2017), “Guidelines to Develop Standards for Programmes Working with Perpetrators of Domestic Violence” (WWP EN, 2018), Domestic and sexual violence perpetrator programmes: Article 16 of the Istanbul Convention (Consejo de Europa, 2014) [1]. En el Cuadro 1 se resumen los principales criterios de calidad en que coinciden la mayoría de los estándares mencionados.
Cuadro 1. Principales criterios de calidad para programas de intervención con hombres que ejercen violencia de género
Especificidad y objetivos de la intervención Objetivos: mejorar la seguridad de las víctimas y el fin de la violencia Modelo específico y multidimensional Trabajo grupal (preferentemente) e individual Responsabilidad del agresor de la violencia y de las consecuencias; intencionalidad de la violencia |
Coordinación con otras instituciones, servicios para víctimas Coordinación con todas las instituciones implicadas, participación en circuitos Estrecha coordinación con servicios de atención a víctimas (mujeres y menores) Procedimientos sobre la seguridad de la víctima y la valoración del riesgo Seguridad de las víctimas (mujeres y menores) ha de ser prioritaria Contacto pro-activo con (ex-) parejas Valoración sistemática y continua del riesgo (diferentes fuentes de información) |
Calificación de profesionales, formación y supervisión Formación específica en violencia de género y en atención a agresores Supervisión / asesoramiento técnico externo regular |
Duración de la intervención, evaluación y seguimiento Duración mínima de 6 meses Recogida sistemática de datos de usuarios y de la intervención Evaluación sistemática (pre, post, seguimiento) incluyendo información de (ex-) parejas Seguimiento de un año recomendado |
El programa Contexto – Costa Rica
A la fecha no existe en Costa Rica ninguna institución con acreditación vigente para ofrecer un programa de atención para ofensores, ni presupuesto estatal dirigido a sufragar los costos del tratamiento. El programa “Hombres en Construcción” para varones con causa penal por delitos de la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres puesto en marcha el 2013 por la Fiscalía General, dependencia del Poder Judicial de Costa Rica, dejó de funcionar en el 2017.
El modelo de intervención que se propone para cubrir esa necesidad es una adaptación a la realidad Costarricense del Programa Contexto (Contexto-Costa Rica), teniendo en cuenta tanto el marco legal e institucional específico, como los estándares de calidad internacionales mencionados y la evidencia científica acumulada. El Programa Contexto es un programa de investigación, formación, intervención y prevención de la violencia de género a través del trabajo con el agresor que lleva en funcionamiento desde 2006 en la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia (España) [3].
En cuanto a la intervención, el objetivo prioritario es el tratamiento psicosocial de hombres que ejercen, o se encuentran en riesgo de ejercer, violencia contra sus parejas con el fin de facilitar el cambio de conductas y actitudes hacía la mujer y prevenir futuras conductas violentas contra su pareja e hijos/as. El modelo teórico que guía el diseño de la intervención del Programa Contexto-Costa Rica es el Modelo Ecológico [4], acercamiento recomendado por la Organización Mundial de la Salud [5], los Centers for Disease Control and Prevention [6] y por la red WWP EN [7], entre otros organismos. Basándonos en este modelo, la intervención con los agresores se diseña teniendo en cuenta los principales factores de riesgo y factores protectores existentes en distintos niveles de análisis: personal, interpersonal, contextual y macrosocial [8]. En la Tabla 1 se incluyen factores de riesgo que cuentan con evidencia científica en cada uno de estos niveles, y que pueden ser objeto de intervención directa o indirecta desde el programa.
Tabla 1. Factores de riesgo para la perpetración de violencia en las relaciones de pareja6
Nivel de análisis | Factores de riesgo |
Nivel individual | Baja autoestima, abuso de alcohol y otras drogas, desajuste emocional, pobre manejo de la expresión de emociones y autocontrol conductual, falta de habilidades de solución de problemas y resolución de conflictos, actitudes sexistas, mantenimiento de actitudes que justifiquen la violencia, etc. |
Nivel interpersonal | Niveles elevados de conflictos en la relación de pareja, celos, relaciones de dominio y control, baja empatía, comunicación pobre, etc. |
Nivel contextual | Red social tolerante con la violencia en las relaciones de pareja, estrés laboral, acumulación de eventos vitales estresantes, red social pobre o aislamiento social, barrios con baja cohesión social y sistemas formales e informales de apoyo, etc. |
Nivel macro-social | Actitudes públicas de tolerancia de la violencia contra la mujer, políticas y legislaciones tolerantes con la violencia contra la mujer, reproducción de roles de género tradicionales y desiguales en los medios de comunicación, etc. |
Además, el programa se basa en la idea de que la violencia contra la mujer es un problema eminentemente social que se mantiene, en buena medida, por la tolerancia del entorno de las personas implicadas [7]. Partiendo de esta idea, uno de los elementos que se consideran centrales en la intervención es el contexto social del participante, sus redes sociales. Este hecho diferencia este programa de aquellos que se centran, fundamentalmente, en aspectos individuales y psicológicos de los usuarios con los que se interviene.
El programa Contexto-Costa Rica está estructurado en tres fases: Evaluación, Intervención y Seguimiento. La Fase de Evaluación comenzará con la recepción de los hombres con problemas relacionados con la violencia contra sus parejas y finalizará con la entrada del participante, si cumple los criterios de inclusión, en un grupo de intervención. Tendrá una duración aproximada de un mes y medio, en los que se cumplimentarán cuestionarios y test estandarizados, y se realizarán tres entrevistas motivacionales individuales que forman parte del Plan Motivacional Individualizado [8] que se desarrollará a lo largo de toda la intervención.
La Fase de Intervención tendrá una duración aproximada de 6 meses (25 sesiones dependiendo del ritmo de trabajo del grupo). Esta fase estará estructurada en cinco módulos con sus correspondientes actividades. La intervención, aunque contará con cinco entrevistas individuales, será fundamentalmente grupal (10-12 personas), siendo dirigido el grupo por dos profesionales formados/as expresamente en violencia de género e intervención con agresores. Además, se contará con un manual de intervención tanto para el desarrollo del Plan Motivacional Individualizado como para la intervención grupal, que consistirá en una adaptación de los manuales de intervención del Programa Contexto de la Universidad de Valencia (se contará con la licencia necesaria para la utilización de dicho programa). En las sesiones grupales se trabajará semanalmente en el reconocimiento y minimización de todos aquellos factores de riesgo presentes en los participantes y se tratará de potenciar los factores protectores. Se trabajarán cuestiones tales como la gestión emocional, la resolución de conflictos o habilidades sociales y de comunicación (elementos de trabajo habituales en los programas cognitivo/conductuales), se incorporarán elementos de discusión en torno a las actitudes y valores que posibilitan el uso de la violencia, concretamente los modelos de masculinidad (elementos más típicos de programas que contemplan la perspectiva de género). Además, como elemento innovador de este programa, y de acuerdo con la perspectiva ecológica, se desarrollarán actividades que implican a la red social del participante, ya que esta puede ser determinante en el abandono de la conducta violenta.
La última fase del Programa es la Fase de Seguimiento. Los resultados de numerosos estudios sugieren la necesidad de establecer un seguimiento intensivo y prolongado de los casos [9]. De lo que se trata en esta fase, fundamentalmente, es de ofrecer ayuda y consejo adicional a los participantes tras la finalización de la intervención. Igualmente, este contacto más prolongado permite realizar evaluaciones más rigurosas de la efectividad del programa [10], para comprobar si se han conseguido y se mantienen los resultados deseados. Este seguimiento se realizará cada tres meses vía telefónica y cada seis meses de forma presencial, durante un periodo de 12 meses.
Construcción de la Red Interinstitucional de alianzas con entidades públicas y privadas
Para garantizar que el programa Contexto – Costa Rica contribuya a la seguridad de las mujeres y niñas y niños supervivientes de la violencia y en concordancia con el Convenio de Estambul y los diferentes estándares de calidad que destacan la importancia de la estrecha colaboración de los programas para agresores con los demás servicios de la red de atención contra la violencia hacía las mujeres y, especialmente, con los servicios de atención a las supervivientes, la integración del programa en la respuesta comunitaria coordinada a la violencia contra las mujeres es un objetivo fundamental del proyecto. En este sentido y para poder enmarcar el proyecto dentro de la Política Nacional para la Atención y la Prevención de la Violencia contra las Mujeres 2017-2032, conocida como PLANOVI y que tiene entre sus fines propiciar un cambio en la cultura machista y promover masculinidades no violentas y que impulsen la igualdad, ya se han celebrado reuniones muy fructíferas con el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU).
Paralelamente al desarrollo del programa Contexto – Costa Rica se articulará la red interinstitucional y las alianzas con las entidades relevantes, públicas y privadas, y los mecanismos y protocolos de derivación y coordinación para el correcto funcionamiento del programa en el marco de la política nacional y los circuitos de atención existentes con el fin de contribuir a la seguridad de las mujeres y niños y niñas afectadas.
[1] https://www.inamu.go.cr/web/inamu/alternativas-de-atencion-de-ofensores
[2] Para un resumen pormenorizado de versiones anteriores de los estándares mencionados véase Geldschläger, H., Beckmann, S., Jungnitz, L., Puchert, R., Stabingis, A. J., Dully, C., … & Schweier, S. (2010). Programas europeos de intervención para hombres que ejercen violencia de género: panorámica y criterios de calidad. Psychosocial Intervention, 19, 181-190.
[3] Lila, M., Catalá, A., Conchell, R. García, A., Lorenzo, M. V., Pedrón, V. y Terreros, E. (2010). Una experiencia de investigación, formación e intervención con hombres penados por violencia contra la mujer en la Universitat de València: Programa Contexto. Intervención Psicosocial, 19, 167-179.
[4] Bronfenbrenner, U. (1979). The experimental ecology of human development. Cambridge: Harvard University Press. Heise, L. (2011). What works to prevent partner violence? An evidence overview. STRIVE Research Consortium, London School of Hygiene and Tropical Medicine, London.
[5] Dahlberg, L. L. y Krug, E. G. (2002). Violence: A Global Public Health Problem. En E. G. Krug, L. L. Dahlberg, J. A. Mercy, A. B. Zwi y R. Lozano (eds.), World report on violence and health. Ginebra: Organización Mundial de la Salud.
[6] Centers for Disease Control and Prevention (2020). Risk and protective factors for perpetration. Extraído de https://www.cdc.gov/violenceprevention/intimatepartnerviolence/riskprotectivefactors.html
[7] Geldschläger, H., Beckmann, S., Jungnitz, L., Puchert, R., Stabingis, A. J., Dully, C., … & Schweier, S. (2010). Programas europeos de intervención para hombres que ejercen violencia de género: panorámica y criterios de calidad. Psychosocial Intervention, 19, 181-190.
[8] Lila, M., Martín-Fernández, M., Gracia, E., López-Ossorio, J. J. y González, J. L. (2019). Identifying key predictors of recidivism among offenders attending a batterer intervention program: A survival analysis. Psychosocial Intervention, 28, 157-167.
[9] Gracia, E. y Lila, M. (2015). Attitudes towards violence against women in the EU. Publications Office of the European Union.
Gracia, E., Lila, M. y Santirso, F. A. (2020). Attitudes toward intimate partner violence against women in the European Union. European Psychologist, 25, 104-121.
[10] Lila, M., Gracia, E. y Catalá-Miñana, A. (2018). Individualized motivational plans in batterer intervention programs: A randomized clinical trial. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 86, 309-320.
[11] Arce, R., Arias, E., Novo, M. y Fariña, F. (2020). Are Interventions with batterers effective? A meta-analytical review. Psychosocial Intervention, 29, 153-164.
[12] Lila, M., Martín-Fernández, M., Gracia, E., López-Ossorio, J. J. y González, J. L. (2019). Identifying key predictors of recidivism among offenders attending a batterer intervention program: A survival analysis. Psychosocial Intervention, 28, 157-167.
[13] Lila, M., Oliver, A., Catalá-Miñana, A. y Conchell, R. (2014). Recidivism risk reduction assessment in batterer intervention programs: A key indicator for program efficacy evaluation. Psychosocial Intervention, 23, 217-223.
[14] https://www.programacontexto.org/elijo-querer
Artículo de Marisol Lila, profesora titular de Psicología Social y directora del Programa Contexto, Universidad de Valencia, España; y Heinrich Geldschläger, director de Investigación y Proyectos Internacionales, Asociación Conexus, Barcelona, España, personas expertas del programa EUrosociAL+