Región América Latina, Región Unión Europea · Entrevista · 8 julio, 2021

Entrevista a María Eugenia Rodríguez Palop, vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo

Con motivo de la celebración del Foro Generación Igualdad, el encuentro mundial que se ha celebrado en París para impulsar la igualdad de género tras la pandemia, y en el que ha participado el Programa EUROsociAL de la Unión Europea, hemos entrevistado a María Eugenia Rodríguez Palop, vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo, para analizar algunos de los principales retos de la igualdad

 ¿Cree que los presupuestos sensibles al género son una buena herramienta para reducir las brechas entre hombres y mujeres?

Sin presupuestos con perspectiva de género no se pueden financiar las políticas públicas sociales y los servicios que las mujeres necesitan para emanciparse, para tener una vida mejor de la que tienen, y para igualarse a los hombres, tanto en el espacio público como en el privado. Además nosotras hemos pedido, aunque sin éxito de momento, que los fondos de reconstrucción post-covid se condicionan a la perspectiva de género. Es decir, que no se ofrecieran a gobiernos o administraciones que no estuvieran comprometidas, y que los fondos de reconstrucción se hubieran tomado en serio los derechos de las mujeres y también del colectivo LGTBIQ.

Usted que es extremeña, ¿cómo se relaciona el género con el territorio?

La vinculación entre género y territorio es tan clara como que no habría territorios sin mujeres. En primer lugar, las mujeres fijan población al territorio, lo que es importantísimo en las zonas despobladas. De ahí la relevancia de las mujeres rurales. Las mujeres son las grandes guardianas de los recursos naturales en todas partes del mundo y sufren la violencia depredadora de Estados y de empresas. Hay muchas Berta Cáceres en el mundo. Ellas son las que garantizan los vínculos que se necesitan para sostener la vida, los vínculos entre unos y otros, y la eco-dependencia, los vínculos que tenemos con el mundo que nos rodea, con la tierra, con los recursos naturales, con las fuentes energéticas y con el mundo animal no humano. Sin lugar a dudas, las mujeres son un valor en alza en un mundo que ya transita hacia otro modelo. Porque la escasez de recursos ya ha puesto de manifiesto que nuestro modelo productivo, de distribución de la riqueza y de consumo no es sostenible. El conocimiento de las mujeres es esencial para la supervivencia de los seres humanos y la supervivencia del planeta,

En EUROsociAL trabajamos mucho con América Latina, ¿qué desafíos compartimos en temas de género con la región?

Creo que son muchos los retos que compartimos con América Latina. En primer lugar, la lucha contra las violencias machistas. En segundo lugar, la lucha por los derechos sexuales y reproductivos. Hace una semana el Parlamento tuvo que sacar a duras penas una resolución para instar a todos los Estados Miembros a garantizar el derecho al aborto legal y seguro. En América Latina se han dado pasos adelante en Argentina y seguramente, ojalá, se dé también en Chile. Pero el nivel de violación de derechos reproductivos que hay en algunas regiones como Centroamérica es muy preocupante.

Diría que tampoco la igualdad entre hombres y mujeres se ha logrado en ninguna parte y Europa, aunque camina hacia delante, camina a paso de tortuga y esto lo ha dicho el propio EIGE.  Los niveles de pobreza que sufren las mujeres en América Latina no son comparables seguramente con lo que sufren las mujeres en la Unión Europea pero, una vez más, el reto para conseguir la igualdad sigue pendiente en unos sitios y en otros. Con dimensiones diferentes, con una profundidad distinta, pero hay objetivos que podemos perfectamente compartir con las mujeres latinoamericanas. En las huelgas del 8M se ha puesto de manifiesto precisamente en esta dimensión global porque a las mujeres nos atraviesan problemas muy similares en diferentes partes del mundo.

¿Podemos estar satisfechas con la nueva Estrategia Europea por la Igualdad de Género 2020-2025?

La Estrategia ha sido un paso adelante pues contempla la violencia contra las mujeres de una manera muy integral. Ratifica el Convenio de Estambul señalando incluso a los gobiernos que no lo han ratificado y que impulsan campañas de desinformación sobre este convenio en la Unión Europea. No creo que vayamos a ver una directiva integral que abarque todas las violencias machistas pero si se están dando pasos adelante en el reconocimiento de la violencia de género como Eurodelitos.

También se busca articular medidas concretas para eliminar todas las formas de segregación laboral que existen en el mercado de trabajo. Hay sectores completamente masculinizado y  feminizados, por ejemplo las mujeres de la limpieza,  las cajeras, las sanitarias, las trabajadoras de los Servicios Sociales. Estas mujeres no solamente están mal pagadas sino que están infravaloradas del punto de vista social y cultural. Esta es una de las cuestiones que aborda la Estrategia.

Queremos que se atiendan los servicios de cuidado, que tienen que ser públicos accesibles y universales, que no se utilice el teletrabajo para sobrecargar las mujeres y que se ponga el valor en valor el trabajo de la de las mujeres en el mundo de los cuidados, además de atender a sus condiciones laborales y salud. También que se logre una mayor y mejor representación de mujeres en el espacio económico y en los consejos de dirección.

¿Avanzamos hacia un Pacto Europeo por los cuidados?

Yo diría que se avanza sin ninguna duda porque antes no se contemplaba y ahora sí se contempla.  En segundo lugar porque el pilar social de la Unión Europea, que era el hermano pobre en el derecho y la política de la Unión Europea, hoy está más fortalecido. La directiva de salario mínimo y de transparencia salarial, que se está discutiendo en el Parlamento Europeo,  va a  mejorar sin ninguna duda la vida de la gente y la vida de las mujeres en particular porque va a sacar a la luz e incluso eliminar la brecha salarial que hoy existe entre hombres y mujeres y que es del 14%. Esta brecha se traduce después en una brecha en las pensiones del 37% lo que significa que nuestras mayores son mucho más pobres que sus homónimos varones.

Además la directiva de conciliación se ha fortalecido, se va presionar más a los Estados para que la implementen, y esto es muy favorable para el mundo de los cuidados que es el mundo de las mujeres y que está completamente feminizado.

La segregación que sufren las mujeres en el espacio público y laboral se debe a la sobrecarga de tareas domésticas y por tanto hay que legislar sobre la corresponsabilidad de mujeres y hombres al interior del hogar.

En definitiva, sí me parece que estamos más cerca que antes de Europa de los cuidados.

 

 

Pais: Región América Latina, Región Unión Europea
ODS: Igualdad de género, Paz, justicia e instituciones sólidas
Área de Políticas: Políticas de igualdad de género, Políticas de Gobernanza Democrática
Tipo: Entrevista

Compartir