El Programa de la Unión Europea EUROsociAL+ y la Fundación EU-LAC realizaron un intercambio que apela nuevamente a la alianza Europa - América Latina para salir de la crisis y retomar la senda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Durante el seminario, al que asistieron 220 representantes de distintas organizaciones e instituciones, se destacó la importancia de coordinar esfuerzos a través de un nuevo y renovado multilateralismo, para evitar una crisis económica profunda y un grave retroceso en cuanto a pobreza, desigualdad y cohesión social. De igual manera, se habló de la construcción de una mesa regional que permita abordar temas fundamentales como la crisis de la deuda y los vacíos que enfrentan los países de América Latina en el acceso a fondos y préstamos internacionales.
Se señaló la necesidad de que la Unión Europea invierta mayor capital político y refuerce su estrategia de implicación constructiva con la región. Frente a los cálculos de equilibrio de poder de EEUU y China, la UE es el único actor global que se aproxima a la geopolítica regional con una agenda centrada en las preocupaciones de las sociedades de América Latina: empleo, inclusión social, estado de derecho, seguridad ciudadana, medio ambiente. Es un actor clave para combatir el impacto complejo y de escala global que presenta la pandemia.
El choque provocado por la COVID-19 ha llegado a tal extremo que no sería posible esperar que las sociedades absorban sus efectos con medidas adaptativas. Se necesitan estrategias para reconstruir el capital social, el capital económico y el capital humano, es decir los pilares de la resiliencia de cualquier sociedad, junto con su capital natural, los mismos que han resultado muy erosionados por la crisis. Pero la magnitud del esfuerzo para reconstruirlos o reforzarlos varía mucho según los países pues depende de las condiciones de partida. En los países donde la crisis ha revelado fragilidades sistémicas las reformas que ya estaban en las agendas públicas (no necesariamente en las de gobierno) hoy son mucho más urgentes y deberán ser más ambiciosas y radicales. Además, no se trata únicamente de regresar al período anterior a la pandemia, el reto es empujar un desarrollo cualitativamente diferente, reanudando el camino hacia los objetivos de la Agenda 2030. Esta crisis es una oportunidad que no puede ser desaprovechada para forjar el modelo de sostenibilidad social y verde que plantea el European Green Deal.