Región América Latina, Región Unión Europea · 17 diciembre, 2020

Elogio del vínculo

Por Juan Manuel Santomé, director de EUROsociAL+

¿Pensaron alguna vez que si no fuera por todos, nadie sería nada?

Joaquín Salvador Lavado –Quino- (in memoriam)

Finaliza 2020. Este año en el que sucedió lo imposible, y una pandemia global nos afectó a todxs dejando cientos de miles de muertos, una crisis económica global de enormes proporciones y un incremento exponencial de las desigualdades. Y además, como si decidiera retirarse ante el devenir del mundo, se nos fue Joaquín Salvador Lavado, alias Quino, el padre de Mafalda y tantos otros entrañables personajes que desde los sures del mundo han alumbrado al resto del orbe durante décadas los ideales de justicia, libertad, solidaridad, igualdad y paz. A él y a estos valores dedicamos este número de la revista Recíprocamente de EUROsociAL+, el programa insignia de cooperación de la UE con América Latina y República Dominicana para la mejora de la cohesión social. Un objetivo, el de fortalecer la cohesión social, que ve reforzada su pertinencia más que nunca también como brújula para garantizar que el proceso de recuperación y reconstrucción post-COVID-19 sea resiliente e inclusivo, sin que nadie se quede atrás.

Cohesión social pues para responder a la altura de los tiempos. Porque una ola de protestas se extiende por América Latina (Chile, Guatemala, Perú…), reclamando la eliminación de la corrupción, menor desigualdad, acceso a empleo decente y a una justicia de calidad, protección social, ser ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho. Y son los jóvenes principalmente los actores protagonistas de este movimiento; jóvenes interconectados a través de las redes sociales, jóvenes que no nacieron bajo dictaduras y por tanto sin miedo, jóvenes que saben que serán los que (como bien dice Marina Sereni en su artículo), tengan que pagar la enorme deuda que se está contrayendo para sufragar los gastos de la contingencia y recuperación post-COVID19. Jóvenes que alzan sus voces y sus votos reclamando nuevos contratos sociales…

La respuesta global a los desafíos civilizatorios que tenemos por delante cristalizan por el momento en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, ciertamente una agenda común e inclusiva, que debería operar como marco para garantizar la coherencia de políticas, también en esta fase de reconstrucción post-pandemia que tenemos por delante. Unos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan la agenda verde y digital, esperanzadoras sin duda pero ante las cuales la brújula de la cohesión social nos alerta de la necesidad de una transición justa de modelo energético y económico, velando además por reducir como prioridad las ya enormes brechas digitales existentes. Una Agenda 2030 que recuerda e insiste también en que no habrá desarrollo sostenible (ni paz social) si no se reducen las desigualdades (ODS10), si no se apuesta por la equidad de género (ODS 5), si no se opta decididamente por una gobernanza democrática con instituciones eficientes, transparentes y al servicio de la ciudadanía (ODS16), si no se garantiza un piso universal de protección social, empleo y trabajo que permitan desplegar proyectos de vida digna a los jóvenes (ODS 8). La brújula de la cohesión social nos recuerda sin embargo que el desarrollo es un proceso multidimensional y que, por tanto, existe un riesgo de atomización de la propia Agenda 2030 si su implementación no se aborda “vinculando” unos ODS con otros. La brújula de la cohesión social se ofrece como mecanismo para identificar “combos de ODS” que resulten aceleradores de la Agenda 2030. En la Unión Europea, la respuesta a la crisis actual se ha concretado en el denominado Next Generation EU Recovery Plan (acertando la UE en su denominación al incluir al menos nominalmente el vector intergeneracional aludido más arriba), que supone la movilización de recursos financieros y el mayor esfuerzo mancomunado de la historia del proceso de integración europea. La cohesión social es parte sustantiva del acervo europeo ydel proceso de gestación de la UE, así como condición necesaria (aunque no suficiente) para su factibilidad presente y futura. Y por consiguiente, la brújula de la cohesión social deberá orientar lógicamente el uso de los fondos de recuperación (gran parte de ellos en forma de préstamos que pagarán nuestros hijos).

Hasta aquí el QUÉ. Cohesión social con enfoque de derechos como brújula y “vacuna” frente a los desafíos globales. Ahora es el turno del CÓMO. Existen múltiples retos, de orden doméstico algunos, de carácter regional y global otros. Daniel Innerarity apuntaba en su artículo a una “glocalización sostenible” como estrategia, vinculando la dimensión local con la globalización; indicaba acertadamente que los bienes públicos globales exigen instituciones globales, soluciones globales, y también cooperación. Centrémonos, pues, en una modalidad muy específica de esta última, la cooperación internacional para el desarrollo, que es el ámbito que nos ocupa. En particular quisiéramos compartir aquí brevemente algunas reflexiones que emanan del proceso de sistematización de lecciones aprendidas que estamos haciendo en EUROsociAL, con motivo de los 15 años que el programa ha cumplido en 2020. Tres lustros en los que el programa ha ido evolucionando en su diseño, innovando en su arquitectura y caja de herramientas de intervención, para seguir siendo un referente de la cooperación de la UE con América Latina, inspirador de nuevos instrumentos que han ido apareciendo y de otros programas regionales.

¿CÓMO enfrentar entonces, desde la cooperación al desarrollo, los retos que tenemos por delante? Algunos aprendizajes propios nos adelantan algunas respuestas posibles, a saber:

1) La pertinencia y vigencia de apostar por la cohesión social como respuesta estratégica al carácter multidimensional de las desigualdades y el desarrollo; el acierto, por lo tanto, de mantener como objetivo (y como medio) la cohesión social, como paraguas articulador que vincule las diferentes dimensiones: sociales, de gobernanza, equidad de género, laborales, ambientales, productivas, etc.

2) La pertinencia de una cooperación multinivel, que opere al mismo tiempo en el plano nacional, regional y birregional (UE/LAC), activando una dialéctica virtuosa que permite al tiempo fortalecer partenariados, redes y comunidades de prácticas euro-latinoamericanas (vínculos), favorecer la integración regional y acompañar reformas de políticas públicas a nivel nacional.

3) La pertinencia de una cooperación centrada en el conocimiento que detentan los y las servidores públicos, de una cooperación basada en el intercambio entre pares (vínculos); conocimiento que debería lógicamente orientar y articularse con la cooperación financiera apostando por el principio del “policy first”.

4) Frente a la fragmentación de actores e instrumentos que afectan directamente a la eficacia de la AOD (armonización), apuesta por la complementariedad y la alianza para el desarrollo (vínculos) en línea con el ODS17 (pertinencia por tanto completa del enfoque “Team Europe” propuesto por la Comisión Europea recientemente para dar una respuesta armonizada y coherente como UE a los retos de los países socios).

5) Frente a la tendencia general a la fragmentación, sectorialización, “departamentalización y dificultad de articular pluralidad de prestaciones de servicios” (como decía Lourdes Bermejo en su artículo), optar decididamente por fortalecer mecanismos de coordinación intersectorial y abrir espacios de diálogo multidimensionales (vínculos), sobre todo la apuesta por el diálogo multinivel, multiactor, horizontal y entre socios.

6) Flexibilidad y agilidad en la respuesta, movilizando a través de mecanismos de cooperación triangular y bi-regional expertise latinoamericano y europeo del más alto nivel, combinando de forma apropiada la batería de herramientas disponible (visitas de estudio, asistencia técnica pública, asesorías, foros, networking, etc.).

7) En el presente contexto COVID-19, y por tratarse de una pandemia, lógicamente más que nunca la prioridad es proteger a las personas, salvar vidas y asegurar la cadena de cuidados (“people first”).

A partir de esta manera de hacer las cosas, EUROsociAL ha logrado crear una plataforma de intercambio de aprendizajes y conocimiento formada por miles de funcionarios europeos y latinoamericanos y se ha podido acompañar cientos de reformas de políticas públicas generadoras de cohesión social en la región, muchas de ellas de alto impacto. A partir de estas premisas y de esta manera de hacer, EUROsociAL dispone de un capital relacional de confianza lo suficientemente robusto como para apoyar la gestación de nuevos contratos sociales en algunos países (por ejemplo, el actual acompañamiento en curso del proceso constituyente de Chile o la puesta a disposición del Gobierno de Costa Rica de buenas prácticas europeas de diálogo social a través de los Consejos Económicos y Sociales).

A partir de esas lecciones y con este saber hacer acumulado se está logrando dar una respuesta integral y con enfoque de género a la COVID-19 por ejemplo en Centroamérica a través del Plan Social de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia articulando el nivel regional y nacional. Con este enfoque de trabajo se está facilitando alcanzar grandes consensos regionales, por ejemplo la reciente aprobación de la Ley Marco de Transparencia y Acceso a la Información para las Américas (desde la OEA) o la reciente aprobación por parte de la Asamblea Plenaria de la Cumbre Judicial Iberoamericana de un Convenio Internacional sobre acceso a la justicia de personas en condición de vulnerabilidad con base en las 100 reglas de Brasilia. Estos son solo algunos ejemplos.

Pero la narrativa de las lecciones anteriores y sugerencias sobre el CÓMO a partir de la experiencia de EUROsociAL y los buenos resultados logrados no recoge ni visibiliza, sin embargo, algo que es posiblemente lo esencial (que suele ser invisible a los ojos como decía Saint-Exupéry). Lo esencial tiene que ver en realidad con la lógica del cuidado, con el mimo y el respeto con que desde EUROsociAL se abordan los procesos de diálogo, con la actitud de horizontalidad y cercanía mostrada, con la disponibilidad y flexibilidad para dar respuestas adecuadas a cada país e institución, con el compromiso de los equipos, con la continuidad en el tiempo que acaba por generar la confianza necesaria que desemboca en una cooperación altamente valorada por los países amigos de América Latina (a todo el dream team EUROsociAL+, ¡gracias!)

Tejer, coordinar, complementar, intercambiar, articular, dialogar. Dialogar. Dialogar. Fortalecer lazos de pertenencia, regar confianzas, construir cohesión social. Cooperación del siglo XXI. Elogio del vínculo. No lo olvidemos en estos tiempos que nos prescriben un necesario distanciamiento social.

Pais: Región América Latina, Región Unión Europea
ODS: Igualdad de género, Reducción de las desigualdades, Paz, justicia e instituciones sólidas, Alianzas para lograr los objetivos
Área de Políticas: Políticas de igualdad de género, Políticas de Gobernanza Democrática, Políticas Sociales
Tipo: Artículo

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