En el marco de la conmemoración del XIII Aniversario de la Alianza del Pacífico, se ha llevado a cabo en Santiago de Chile el evento internacional "Anticipación a la demanda en empleos verdes: acelerar el desarrollo de los perfiles y competencias profesionales en la región". Esta iniciativa, liderada por el Ministerio del Trabajo de Chile y ChileValora, el Programa de la Unión Europea EUROSociAL Puente, la Organización Internacional del Trabajo (OIT-CINTEFOR), la Alianza Pacífico - el mecanismo de articulación política, económica y de cooperación e integración entre Chile, Colombia, México y Perú - marca así un hito en la búsqueda de soluciones innovadoras para la transición hacia una economía sostenible en la región.
Autoridades de Chile Valora, OIT-CINTEFOR y EUROsociAL/IILA en el acto inaugural.
Según un estudio reciente realizado por la OIT y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se proyecta la creación de 15 millones de empleos relacionados con la transición energética para el año 2030. En este contexto, la cualificación profesional en perfiles «verdes» se presenta como una necesidad urgente para aprovechar estas oportunidades laborales y garantizar una transición justa hacia una economía baja en carbono.
Desde el inicio del año 2022, el Grupo Técnico Laboral y las agencias certificadoras de competencias de la Alianza del Pacífico – SENA de Colombia, CONOCER de México, Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo de Perú, y ChileValora (Chile) – han estado trabajando en la identificación y construcción colaborativa de perfiles laborales enfocados en empleos verdes. Este enfoque especializado incluye áreas críticas como la transformación energética, la gestión territorial con criterios de mitigación y adaptación al cambio climático, así como la protección de la biodiversidad.
«Vivimos una triple transición: digital, ecológica y social. La transición verde está conectada a las transformaciones tecnológicas, económicas y sociales. Nuestro futuro depende de su coherente integración» destacó Ximena Rivillo, Directora Ejecutiva de Chile Valora.
Por su parte Quentin Weiler, Encargado de Negocios a. i. de la Delegación de la Unión Europea en Chile consideró que hay que reforzar la dimensión social de la triple transición “para que mitigue los riesgos y las oportunidades lleguen a todas las personas y un aspecto clave es el empleo”. Para Weiler, estas transiciones tienen la capacidad de generar empleo formal de calidad “pero esto requiere inversión publica y privada y esta visión es el corazón de nuestra estrategia de inversión Global Gateway”. “Creemos que tiene mucho potencial para la región porque se pueden financiar iniciativas público-privadas en sectores claves, poniendo la dimensión social en el centro y priorizando sectores clave como el hidrógeno verde, los minerales críticos, la biodiversidad o la digitalización”, añadió.
Patricia Roa, Oficial de Programación de la OIT Cono Sur puso el énfasis en la atención que requieren los jóvenes , la mujeres y hombres que van a perder fuentes tradiciones de empleo ya que requieren conocimientos y habilidades apropiadas, competitivas que incrementen su empleabilidad para integrarse con éxito en la economía verde. “Tenemos que trabajar juntos para que esto sea una oportunidad de empleo decente y alcanzar la justicia social para todas y todos”, dijo.
Enrique O’Farrill-Julien, Director Ejecutivo AGCICHIL agradeció el apoyo del programa de la Unión Europea EUROsociAL que a través del intercambio de experiencias y conocimientos “ha favorecido el tránsito de Chile hacia un desarrollo más sostenible” desde hace más de 15 años y ha tenido un gran impacto en el acompañamiento a políticas públicas.
Tal y como han considerado las entidades organizadoras, la transición hacia una economía verde no puede entenderse sin considerar las transformaciones tecnológicas, económicas y sociales que caracterizan la triple transición: digital, ecológica y social. Sin embargo, materializar esta triple transición de manera justa presenta desafíos considerables, especialmente en la integración de las políticas económicas y sociales. Las y los participantes coincidieron en que la inversión en el desarrollo productivo ha estado tradicionalmente separada de los esfuerzos por mejorar la calidad del empleo y abordar las desigualdades sociales, lo que ha dejado rezagados a ciertos grupos de la población.
En este contexto, el principal desafío para los países latinoamericanos radica en fortalecer la dimensión social de la triple transición, asegurando un acceso equitativo a las oportunidades y a la protección social para aquellos grupos que serán más afectados por los cambios económicos, climáticos y tecnológicos.
En el seminario se destacó la necesidad de generar empleo de calidad y al desarrollo de capacidades como estrategias fundamentales que, al constituir la base del desarrollo productivo, posibilitan el reparto efectivo de las oportunidades que la transición verde conlleva.
En concordancia con esto, los países deben acometer transformaciones claves para que estas oportunidades de empleo alcancen de manera efectiva a todas las personas, especialmente a los colectivos más rezagados, entre los cuales suelen encontrarse mujeres, jóvenes y pueblos indígenas. Por ello, se destacó que resulta imperativo abordar las brechas persistentes entre las capacidades de las personas y las demandas del mercado laboral que existen en todos los países de la región.
Estas brechas, que se verán aceleradas ante los cambios en la matriz productiva, requerirán acciones coherentes en materia de empleo y capacidades, especialmente al reducir el uso de los combustibles fósiles. En este contexto, anticiparse a la demanda de los nuevos empleos es una estrategia clave para ir preparando a la población, especialmente a las y los jóvenes, para el acceso efectivo a estas oportunidades laborales emergentes.
