Por Alfonso Martínez Sáenz y Annabelle Moreau Santos
En Colombia, 731 mujeres fueron asesinadas en 2016, un promedio de 2,4 al día según cifras del Instituto de Medicina Legal. Guatemala, por su parte, sufre el asesinato de 2 mujeres al día por razones de género. En un evento de intercambio virtual de dos días coorganizado por el componente de Igualdad de Género del programa EUROsociAL+ y la Red Europea de Trabajo con Perpetradores (WWP, por sus siglas en inglés) en julio de 2020, quisimos conocer más sobre las experiencias prácticas del trabajo con agresores a ambos lados del Atlántico.
En cuanto a América Latina, Óscar Acevedo, experto de EUROsociaAL + radicado en Colombia, compartió su aportación sobre el proceso mediante el cual los agresores presos en Colombia y Guatemala reconocieron sus actos de violencia contra las mujeres. También destacó cómo los programas en América Latina —como el de VCM, un programa de intervención con agresores condenados en Guatemala— trabajan con agresores en el contexto carcelario.
Por el lado europeo, Heinrich Geldschläger, psicólogo y psicoterapeuta de la asociación española Conexus y también experto de EUROsociAL+, también intervino durante esta serie de webinarios. A partir de los resultados concluyentes del proyecto piloto ENGAGE (enero de 2018 – diciembre de 2019) cofinanciado por la Comisión Europea en el marco del programa Daphne, no solo advirtió sobre la necesidad de integrar directamente a los agresores masculinos en la estrategia de lucha contra la violencia de género, sino también de la importancia de sensibilizar a los líderes políticos sobre este tema.
A través de ENGAGE se ha incrementado el potencial de los programas existentes para la prevención y reducción de la violencia doméstica contra mujeres y niños en España, Italia y Francia. De hecho, el proyecto ha fortalecido la capacidad de los profesionales que están en primera línea para responder a los agresores masculinos haciéndoles reconocer su comportamiento abusivo. Tras mantener con ellos entrevistas respetuosas, se alentó a los agresores a cambiar de actitud y se les derivó a los servicios especializados apropiados para aumentar la seguridad de las víctimas.
Estos dos webinarios crearon, así, sinergias entre programas en América Latina y Europa con un objetivo común: el deseo de romper el ciclo de la violencia de género, deconstruir la presión social del machismo sobre los hombres y evitar que los agresores varones reincidan.
Si bien la tarea es todo un desafío en Europa (3000 feminicidios al año según ONU Mujeres), la lucha requiere aún más esfuerzo en América Latina (más de 3000 casos potenciales en México cada año). Por ejemplo, El Salvador atraviesa actualmente una de las peores situaciones del mundo en términos de asesinatos de mujeres a nivel intencional, con 13,9 mujeres asesinadas de cada 100.000, según la ONUDD.
¿Una de las razones que hay detrás? Son muchos los países de esta región donde el rol atribuido a las mujeres está arraigado en el imaginario colectivo de una sociedad patriarcal que no sanciona la violencia de los hombres, ocultándola hasta el punto de permitir que alcance niveles de gravedad que, con demasiada frecuencia, llevan a la muerte de las mujeres víctimas.
Por último, estos webinarios forman parte de un programa de trabajo conjunto entre la división de Género del programa EUROsociAL+ y la Red Europea WWP que puede dar como resultado la creación de una plataforma de trabajo birregional sobre esta cuestión.