Por Fabio Boscherini, experto EUROsociAL+ en políticas de empleo
El largo período de paro debido al lock-down anti COVID-19 en Europa tuvo implicaciones también en relación a la organización y las modalidades de prestación de los servicios de empleo, tanto para personas como para empresas.
En este contexto, los procesos de reajuste y reorganización experimentados por algunos servicios de empleo europeos [1] debido al cierre de las actividades en front-office durante el período de lock-down, pueden representar posibles caminos a seguir y profundizar no solo en la etapa de reapertura post lock-down, sino también en la operatividad futura de estos servicios.
En este sentido se pueden identificar algunos posibles caminos en la evolución organizacional de los servicios de empleo:
- El fortalecimiento de modalidades no presenciales de comunicación y atención desde remoto de los usuarios (personas y empresas), con énfasis específica en las digitales;
- La continuación y optimización de medidas estrictas para la protección sanitaria de las oficinas de empleo para las modalidades de atención presencial post lock-down;
- El fortalecimiento y profundización de las capacidades (y el correspondiente diseño de actividades de capacitación específicas) de los recursos humanos de los servicios de empleo, tanto en términos del uso de las modalidades de comunicación / atención digital, como de protección sanitaria;
- La fuerte movilización de los SPE en la etapa de reactivación a través del diseño e implementación de renovadas modalidades para la intermediación del empleo, por ejemplo, mediante plataformas informáticas específicamente dedicadas a la etapa post lock-down y el fortalecimiento de las relaciones con los empleadores para la captura de vacantes y el reclutamiento de los recursos humanos solicitados;
- En la misma línea anterior, el fortalecimiento y profundización de las actividades y metodologías de monitoreo continuo de los procesos de reactivación productiva de los distintos sectores económicos con el objetivo de evaluar cómo reaccionan y cuáles puestos de trabajo y competencias laborales necesitan;
- El ajuste de la reglamentación en materia de desempleo, tales como las posibles extensiones de los derechos de los desocupados y de los subsidios de desempleo a categorías excluidas, sobre todo de la seguridad social de tipo contributivo;
- La profundización de los procesos de digitalización de los trámites administrativos, en especial los procedimientos para la concesión de los subsidios de desempleo y para el control de las condicionalidades.
La implementación operativa de estos caminos organizacionales plantea desafíos importantes.
En primer lugar, la reorganización de los servicios de empleo se enfrentará, en los próximos meses, con la necesidad de atender grandes y crecientes masas de desempleados, lo que, posiblemente, presionará fuertemente los servicios de empleo, obligándolos a concentrar sus acciones en tratar de colocar y/o reconvertir los desocupados de acuerdo a las necesidades (y oportunidades) del mercado laboral. En este marco de desempleo creciente, habrá que prestar una atención urgente al brote de crisis focalizadas y complejas debidas al cierre o reestructuración de empresas tanto en sectores productivos específicos como en áreas especializadas (cadenas, distritos, clusters) y/o caracterizadas por la presencia de grandes empresas.
En este contexto de emergencia ocupacional, en segundo lugar, resultará clave acelerar procesos de modernización de los servicios dirigidos a potenciar su dotación de herramientas.
Nos referimos, en particular a:
- Asociar prestaciones por desempleo a medidas activas que permitan atender rápidamente a las personas desempleadas diseñando e instrumentando itinerarios personalizados para enfrentar la transición (sabemos que el tiempo es un factor crucial ya que la permanencia en el desempleo y la inactividad por largos períodos es fatídica para las personas).
- Fluidificar la cadena orientación – definición de itinerarios personalizados de reinserción – formación profesional. Sin posibilidad de mover la palanca de la formación, los servicios de empleo se encontrarían sin un arma fundamental.
- Fortalecer y desarrollar nuevas y renovadas modalidades de vinculación con las empresas para poder, rápidamente y en tiempo real, captar las necesidades de los sectores productivos y derivar la oferta de empleo, también “ajustándola / readiestrándola” de acuerdo a esta demanda.
- En esta perspectiva, los servicios de empleo, tendrán que fortalecer sus acciones de scouting (búsqueda activa) de las oportunidades de empleo, es decir fortalecer las actividades que, por medio de apropiadas metodologías y técnicas, apuntan a identificar y monitorear a lo largo del tiempo los sectores productivos y las empresas que pueden generar empleo en un específico ámbito territorial.
- Por otro lado, en las modalidades de relacionamiento con las empresas, los servicios de empleo tendrán que usar en su operatividad cotidiana herramientas de planificación estratégica típicas del sector privado, es decir herramientas que les permitan estar permanentemente adaptadas al entorno empresarial, de la manera más adecuada. Esto impulsa el diseño e implementación de actividades de marketing (mercadeo) para la promoción y gestión de los servicios expresamente dedicados a las empresas. El scouting de las oportunidades de empleo y el desarrollo de actividades de marketing de los servicios dirigidos a las empresas, resultarán fundamentales para acompañar los procesos de reactivación de los sectores y territorios afectados, de forma tal de poder encauzar la derivación de los desocupados hacía las posibles oportunidades laborales identificando, al mismo tiempo, necesidades de capacitación y readiestramiento.
Finalmente, una breve anotación acerca de la digitalización de los servicios de empleo y de las modalidades de comunicación / atención desde remoto. Destaca la posible y probable brecha digital de los usuarios, en especial las personas y las empresas de menor tamaño. El fortalecimiento de las modalidades de atención digital desde remoto de los usuarios implica considerar la elevada no digitalización de un número importante de ellos, lo que, necesariamente, requiere identificar estos grupos de usuarios y canalizarlos, de forma apropiada, hacia la atención presencial o formas tradicionales de atención.
La digitalización parece un camino futuro necesario para los servicios de empleo, pero habrá que tener en cuenta la búsqueda de un equilibrio apropiado entre atención digital y presencial / tradicional para no correr el riesgo de “excluir” o “complicar” un amplio abanico de usuarios. El llamado al equilibro, sin embargo, también obedece a la conveniencia de que ciertos servicios utilicen un soporte presencial, insustituible para una relación provechosa entre operadores y usuarios, por ejemplo, en la orientación especializada.
EUROsociAL+, programa de la Unión Europea para la cohesión social, ha reforzado sus líneas de apoyo a la reforma de los servicios de empleo, sobre todo en función de acompañar su transformación en instrumentos eficaces para la recuperación social y económica. La consolidada tradición y mayor inversión europea en los sistemas de servicios de empleo puede ser de gran ayuda en este camino de los países latinoamericanos. Junto a esto, EUROsociAL+ está muy atento también a las experiencias e innovaciones que vayan generándose en América Latina, con el fin de difundirlas en la región y en la misma Europa.
[1] Se recuerda que estas breves reflexiones aprovechan las experiencias de los servicios de empleo en Alemania, Francia, Italia, Holanda y Noruega.