Región América Latina · 3 junio, 2019

Es necesario vincular las políticas migratorias con las políticas de empleo

Recíprocamente entrevistó a Guillermo Dema, especialista regional senior en Empleo Juvenil y Migración Laboral en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien nos expone el actual panorama latinoamericano en materia de migración y empleo. Ver la entrevista completa en nuestro blog.

La OIT lleva años demandando que los ministerios de trabajo de América Latina tomen partido en la política migratoria de la región. ¿A qué se debe el que se hayan mantenido desligados de la cuestión hasta ahora?

Es una circunstancia que proviene de una tradición que puede remontarse hasta los años setenta, donde el paradigma político era muy diferente al actual y la cuestión de la migración se trataba por aquel entonces exclusivamente desde el punto de vista de la seguridad nacional, de la salvaguarda de fronteras, de modo que las competencias en materia migratoria recaían exclusivamente sobre las cancillerías y, en algunos casos, los ministerios de gobernación. Por ello, aunque es cierto que los países americanos han mantenido siempre una estrecha colaboración en lo referente a las políticas migratorias, las instituciones y mecanismos diseñados para ello no son capaces de dar respuesta a los problemas actuales.

 

¿Cuál ha sido el factor que más ha contribuido a dejar obsoleto ese paradigma?

Hasta hace muy pocos años, lo normal en América Latina era que los connacionales de la región se fueran hacia Europa o bien hacia los países del norte. Sin embargo, eso ha cambiado. Ahora la mayoría de los migrantes latinoamericanos migran a otros países de Latinoamérica; es decir, estamos en un contexto de migración intranacional, en el que muchos de los países han dejado de ser exclusivamente emisores de migración para pasar a ser también receptores. Este cambio de coyuntura se ha producido muy rápidamente y ha cogido a los países sin estar preparados. Cuando han querido dar respuesta a la crisis, se han dado cuenta de que necesitan involucrar a nuevos actores: ministerios de educación, sanidad, economía… y también trabajo.

 

¿Cuáles son los siguientes pasos a seguir para poder responder adecuadamente a este nuevo panorama?

Lo primordial ahora sigue siendo integrar adecuadamente al conjunto las instituciones del mundo laboral; es decir, ministerios de trabajo, organizaciones de trabajadores y asociaciones empresariales. Todos deben ser partícipes de la toma de decisiones y a la hora de construir una política migratoria.

En segundo lugar, es necesario vincular las políticas migratorias con las políticas de empleo. No olvidemos que a pesar de problemas como la alta tasa de informalidad o el desempleo, muchos empresarios de la región tienen problemas para encontrar perfiles que puedan cubrir ciertos puestos, y acuden a los gobiernos en busca de ayuda. De existir dicha conexión, sería mucho más fácil dar respuesta a necesidades como esta.

Finalmente hay una serie de cuestiones cruciales que solo podrán ser solventadas mediante acuerdos multilaterales. Es el caso de las pensiones, de la seguridad social o de la certificación de títulos académicos y competencias profesionales entre los diferentes países.

 

¿Qué papel han de jugar las organizaciones de trabajadores en lo relativo a la gestión de la migración?

La OIT siempre ha jugado un papel relevante en lo relativo a esta cuestión. Allá por el año 2005 ayudó, junto a EUROsociAL, a crear unidades de migración laboral en el seno de varios ministerios de trabajo de Latinoamérica, pero estaban enfocadas a solucionar los problemas de entonces, que eran las políticas de retorno y la ayuda a los migrantes que querían salir del país. En la actualidad, los ministerios de trabajo nos demandan asistencia principalmente en torno a dos cuestiones: el reforzamiento de la inspección laboral y la lucha contra la explotación. Respecto a lo primero, nos preguntan cómo formar a los inspectores y cómo crear protocolos que permitan adaptar la inspección a las características actuales del fenómeno migratorio. En lo referente a la segunda cuestión, que los migrantes tengan acceso legal al trabajo es muy importante, pues de lo contrario se ven abocados a caer en el sector informal de la economía, donde no encuentran ningún tipo de protección. De hecho, ya se está viendo cómo entre los colectivos migrantes se disparan los niveles de trata, explotación laboral y explotación infantil.

 

¿Cómo ve el futuro de la situación a corto y medio plazo?

En América Latina enfrentamos una situación muy compleja. En primer lugar, tras años de crecimiento económico sostenido en la mayoría de países, vemos que en estos últimos años las proyecciones han empeorado. En segundo lugar está la cuestión de la transición demográfica, que también afecta negativamente al mercado de trabajo empeorando los salarios y las condiciones laborales. A todo ello hay que sumar todo este tsunami provocado por los distintos flujos migratorios. Si a esta situación le añadimos que se está provocando un cambio de ciclo político en la región en favor de gobiernos con menos sensibilidad social, nos encontramos con un panorama complicado que, por otra parte, no es exclusivo de Latinoamérica, sino que afecta a buena parte del mundo.

 

 

 

Pais: Región América Latina
ODS: Trabajo decente y crecimiento económico, Paz, justicia e instituciones sólidas
Área de Políticas: Políticas de igualdad de género, Políticas de Gobernanza Democrática, Políticas Sociales
Tipo: Entrevista

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